A un año del incidente en que Fabiola Campillai (36) perdió la visión de ambos ojos producto del impacto de una bomba lacrimógena de Carabineros en el rostro, el Gobierno señaló que el programa de reparación para víctimas del estallido social «se comunicará oportunamente».
El anuncio lo hizo el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, en una pauta junto a Carabineros para dar un balance sobre los incidentes de ayer en la capital. Respecto al programa, añadió que «es una decisión que tomará el Presidente de la República».
El programa de reparación lo adelantó el 13 de septiembre pasado el entonces ministro del Interior, Víctor Pérez, a la salida del tedeum evangélico: «Hay un programa de reparaciones que va a ser anunciado por el Presidente de la República en los próximos días«.
En cuanto a la querella contra el ex general director de Carabineros, Mario Rozas, por el mismo caso, Galli expresó que «nosotros hemos dicho una y otra vez, si aquí hubo vulneraciones de derechos lo que corresponde es que la justicia investigue y determine las responsabilidades«.
El 26 de noviembre pasado, a las 19:30 horas, Fabiola Campillai se encontraba junto a su hermana en la esquina del pasaje Angel Guido con Fermín Vivaceta, en San Bernardo, cuando recibió en pleno rostro el impacto de una bomba lacrimógena disparada por el ex capitán Patricio Maturana Ojeda.
EL 5 de septiembre pasado, la Corte de Apelaciones de San Miguel revocó la prisión preventiva de Maturana Ojeda y ordenó a cambio la medida de arresto domiciliario total del ex oficial, imputado por el delito de lesiones graves gravísimas en contra de Fabiola Campillai.
De acuerdo a la imputación de la Fiscalía, el arma fue percutada «de frente, en forma recta, dirigiéndola directamente a las personas ubicadas en el lugar, en un ángulo inferior a 10 grados, sin realizar parábola alguna, impactando un proyectil de frente en el rostro de la víctima que se encontraba a aproximadamente 51 metros de distancia, quien cae al suelo, perdiendo el conocimiento«.
Debido al impacto, Campillai perdió la visión, presentando además fracturas huesos de cara y cráneo que generaron la «pérdida del sentido del olfato, así como diversas secuelas físicas, estéticas notorias (…) De no haber mediado socorros eficaces y oportunos, las lesiones pudieron ocasionarle la muerte».
