Los reos atacaron con armas blancas y agua hirviendo a los efectivos de Gendarmería.
Un intento de motín se vivió en la cárcel de Linares, este pasado martes, donde cuatro gendarmes resultaron con heridas cortopunzantes y quemaduras, tras ser atacados con armas blancas y agua hirviendo.
Según informó Gendarmería, cerca de 30 reclusos se vieron envueltos en los ataques a los funcionarios carcelarios, que resultaron con heridas de carácter “leve”.
«A la hora del encierro de la población penal, un grupo de imputados, aproximadamente 30, comenzaron a realizar desórdenes, por lo que el personal de servicio debió reducirlos y hacer uso de elementos disuasivos para controlar la situación», dijo el director regional de Gendarmería, José Luis Meza, según consignó Cooperativa.
Todos los antecedentes fueron puestos a disposición del Ministerio Público para que realice la investigación, informó Meza.