En prisión preventiva quedó un gendarme formalizado por el delito de tortura, tras ser acusado de desnudar y abusar sexualmente de una interna que era trasladada a un recinto penitenciario.
La víctima es una mujer de nacionalidad boliviana de 22 años y que quedó en prisión preventiva tras ser formalizada por el delito de tráfico de drogas.
La Fiscalía explicó en la audiencia que los hechos ocurrieron el martes pasado cerca de las 15:00 horas, cuando el imputado junto a otros funcionarios de Gendarmería trasladaban a la mujer desde la comisaría de Pozo Almonte hasta la cárcel de Alto Hospicio.
En ese contexto, el imputado subió a la víctima al carro y la encerró en el calabozo quedando él como custodio, mientras el resto de los gendarmes se fue a la cabina de conducción.
En el trayecto el imputado abrió el calabozo y le ordenó a la mujer que saliera para hacerle una revisión de sus vestimentas por temas de seguridad. En ese instante le sacó los grilletes y le pidió que se desnudara.
Posteriormente la tomó de la cintura y la sentó sobre sus piernas tras lo cual comenzó a tocarla, mientras que en paralelo le decía que si era primera vez que estaba detenida y, si no hablaba, la llevaría donde gente buena, mientras que si contaba lo sucedido, pediría que le pegaran y la pusieran en una celda con personas malas.
Por otro lado, los compañeros de labores del imputado se percataron por el ruido de la puerta del calabozo que esta estaba abierta y, al ver las cámaras internas de seguridad, se dieron cuenta de que la imputada no estaba en la celda, por lo cual detuvieron el vehículo, instante en que vieron a la mujer ingresar al calabozo con el torso desnudo.
El jefe de la unidad se bajó y al abrir la puerta observó que el imputado tenía la vestimenta de la víctima en sus manos, por lo cual dio aviso a sus superiores.
La víctima en tanto, relató que durante los hechos solamente pudo llorar, ya que sabía que no podía decir nada por encontrarse sola. Además, cuando el vehículo se detuvo pensó que sería violada entre todos.
Finalmente el sujeto fue formalizado por el delito de tortura, ya que los hechos iban más allá que el mero abuso sexual y porque el imputado abusó de su condición de superioridad frente a la vulnerabilidad de la víctima.