La Conferencia Episcopal de Chile compartió un análisis formulado por los obispos sobre la propuesta de nueva Constitución, en el que valoran algunos avances y reprochan otros asuntos -entre ellos, el derecho al aborto-, por lo que llamaron a la ciudadanía a realizar un discernimiento informado del texto e ir a votar en el plebiscito del 4 de septiembre.
Los obispos, a través de un documento abordan distintos aspectos del texto de nueva Constitución, que está «inserto en un proceso histórico que hemos vivido como país en los últimos años», pero que -según observan- «el debate público de estas últimas semanas nos muestra que el texto propuesto no ha concitado una aceptación amplia y transversal», por lo cual -advierten- «nos enfrentamos a una elección entre dos posiciones fuertemente tensionadas entre sí, lo que hace compleja la decisión de cada ciudadano».
Desde la perspectiva de la Doctrina Social de la Iglesia que representan, plantean que, en los contenidos estructurales, «no todas las materias tienen la misma densidad ética, por lo que una valoración moral sobre ellas requiere necesarias distinciones».
«Gran parte de las propuestas acerca de cómo organizar la ‘casa común’ entran en lo que es opinable, ante las cuales es legítima una pluralidad de opciones. Nos referimos a temas como el sistema político y los poderes del Estado, el Estado regional y la organización territorial, así como la estructuración de diversos órganos constitucionales. Que sean opinables no significa que no sean importantes. Al contrario, en ellos se juega la configuración concreta del modo de organizarnos como país», sostienen.
Detallaron que también anexa contenidos que tienen una especial radicalidad antropológica, en cuanto implican aspectos esenciales de la persona humana y tienen consecuencias sociales «de gran impacto y complejidad».
Para los obispos, es de apreciar la propuesta sobre los derechos sociales, el medioambiente y el reconocimiento de los pueblos originarios, pero valoran de manera negativa «las normas que permiten la interrupción del embarazo, las que dejan abierta la posibilidad de la eutanasia, las que desfiguran la comprensión de la familia, las que restringen la libertad de los padres sobre la enseñanza de sus hijos, y las que plantean algunas limitaciones en el derecho a la educación y a la libertad religiosa», puntualizan.
Los religiosos consideramos de especial gravedad la introducción del aborto, que el texto de propuesta constitucional denomina «derecho a la interrupción voluntaria del embarazo».
Ante el análisis de la propuesta, remarcan que «se requiere un razonamiento pausado y bien informado, que permita hacer una adecuada valoración ética, es decir, discernir en conciencia si se respeta y promueve la dignidad del ser humano, se contribuye a la realización del bien común y se aplican los otros valores de la enseñanza social que fomentan un orden justo».
Finalmente, expresaron la importancia participativa en el proceso electoral, igualmente anticipan que «todo indica que el debate constitucional continuará en el país después del 4 de septiembre, independiente de la opción que triunfe en el plebiscito», detallaron.
Invitaron a que nadie se reste de colaborar en la construcción de un proyecto común, destacando la relevancia de «crecer en diálogo y amistad social, forjando una cultura del encuentro que esté animada por un sueño de fraternidad común».