Para Cristóbal Andrade, Giovanna Grandón y Margarita Vargas no ha sido fácil retomar su vida laboral, pues confesaron sentir prejuicio al momento de buscar trabajo luego de haber participado de la fallida propuesta constitucional.
Los primeros dos se empeñan en continuar buscando empleo, la representante kawésqar está pensando en irse de Chile.
Para algunos ex convencionales fue sencillo ocupar rápidamente cargos públicos o académicos tras la fallida propuesta de texto constitucional, sin embargo, también existen algunos ex integrantes de la Convención Constitucional que no han podido encontrar trabajo luego de su paso por el órgano constituyente.
Según el reporte de La Tercera, se trata de tres ex convencionales que acusan un trato prejuicioso y crítico tras haber pertenecido a la colectividad que estuvo encargada de escribir una propuesta de nueva constitución para Chile, tarea que fracasó el pasado 4 de septiembre con el triunfo del Rechazo.
Cristóbal Andrade, Giovanna Grandón y Margarita Vargas son quienes han visto dificultades para retomar su vida profesional, según dicen, porque han quedado estigmatizados luego de su participación en la Convención Constitucional.
Cristóbal Andrade es mecánico automotriz de profesión y se hizo conocido por haber vestido un disfraz de dinosaurio durante las manifestaciones derivadas del estallido social, tras lo cual quedó apodado como Dino Azulado.
“Se me ha hecho dificultoso encontrar trabajo, porque estuve en la Convención, eso no lo niego. No nos han querido contratar en el sector público, porque generalmente salimos en la prensa. Dicen que nos están regalando un cargo, pero no están regalando nada, si tenemos todo el derecho a seguir haciendo nuestra vida”, dijo al mencionado medio el ex integrante de la extinta Lista del Pueblo.
Por su parte, Giovanna Grandón está pasando por un momento similar, y es que la llamada Tía Pikachu contó que tras el plebiscito ha debido enfrentar críticas de todo tipo.
En una ocasión, mientras estaba en una feria, recordó que un adolescente le gritó “loser”. Ella lo cuestionó y le preguntó si había visto el trabajo que hizo en la Convención. “Está en YouTube”, le señaló al joven. “Después me pidió disculpas, me dijo que uno se queda con las cosas que ve”, relató.
Grandón, quien también integraba la Lista del Pueblo, contó que este tipo de prejuicios le juegan en contra a la hora de buscar trabajo, aunque maneja un furgón escolar por las mañanas. Dice que intentó encontrar empleo por las tardes, pero no pudo.
“Me ha sido imposible buscar otro trabajo para poder solventar los gastos (…). A mí me siguen preguntando por mi mea culpa, yo les digo que fue ponerme un disfraz en mi hora de almuerzo (…). Mi trabajo lo hice impecable, pero eso nadie lo ve“, sostuvo.
En el caso de Margarita Vargas la situación es más complicada, pues está cesante.
La ex representante del pueblo kawésqar en la Convención cuenta que encontrar empleo en Chile “está difícil, porque hay tantos prejuicios, no se valora la parte laboral o profesional”. Incluso, ha tomado la decisión de no incluir en su currículum su paso en la aventura constituyente.
Finalmente, indicó que la situación está tan difícil que está pensando en irse del país.
“Estoy mirando otras fronteras, porque, desde el resultado negativo, siento que hemos retrocedido muchos años de lucha de derechos fundamentales básicos (…). Está complejo para nosotros (los ex convencionales), porque hay un gran porcentaje de la población que no valora tu trabajo. Sin embargo, afuera, en Europa, en otros países, es valorado el trabajo”, cerró.