La diputada María Luisa Cordero reapareció este martes en la Cámara pese a que fue desaforada por la Corte Suprema por lo que deberá responder judicialmente a la querella por injurias presentada por la senadora Fabiola Campillai. Según trascendió, Cordero asistió al Congreso debido a que aún la Corte no notifica a la Cámara sobre su decisión.
La psiquiatra y diputada, María Luisa Cordero, fue desaforada a principios de junio, sentencia confirmada el 8 de agosto pasado por la Corte Suprema. No obstante hoy la parlamentaria pudo ingresar a la Cámara como si nada de eso hubiera pasado.
Entonces, ¿por qué se pudo ver a la expanelista de televisión conocida popularmente como doctora en el hemiciclo, si una de las sanciones que se aplican a la o él parlamentario desaforado es la imposibilidad de asistir a la cámara que le corresponda?.
La respuesta la entregaron desde la Cámara de Diputadas y Diputados quienes comentaron que, para que se puedan aplicar las sanciones del desafuero, el Congreso debe recibir la notificación del desafuero por parte de la Corte Suprema, algo que hasta ahora no ha ocurrido.
Consultada la Corte Suprema, respecto de la demora en la notificación hacia la Cámara, explicaron que la sentencia está en redacción y que una vez que esté lista, será despachada, pero primero a la Corte de Apelaciones de Santiago. Recién ahí, dentro de un espacio de tiempo indeterminado y cuando el documento sea visto por el tribunal de segunda instancia, será enviado al Congreso.
Cabe recordar que, luego de ser confirmado el desafuero, a principios de este mes, la diputada María Luisa Cordero comentó a través de un comunicado que “nadie es más odiado que aquel que dice la verdad porque el ser directa en este país trae consecuencias sobre todo al ser oposición a un gobierno incompetente con ideas deconstruccionistas”.
“Mis proyectos no avanzan, son archivados en las comisiones y en la Cámara de Diputados he sido maltratada verbalmente por más de una diputada, en los ascensores, pasillos y baños he tenido que soportar faltas de respeto hacia mi persona y guardar silencio, porque si digo algo, la Comisión de Ética determina que soy culpable”, agrega.
Junto con esto, la parlamentaria solicitó un permiso sin goce de sueldo de cuatro días, los que se cumplieron y que no son extendibles.
De no haber asistido hoy, se le habría aplicado una multa de 70 mil pesos a la diputada.