Colombia amaneció contando destrozos, fallecidos y heridos, que dejaron una larga jornada de protestas la noche de este miércoles, debido a la muerte de un hombre de 45 años de edad, a manos de la policía de Bogotá.
Las imágenes de la muerte de Javier Ordóñez recorrieron todo el país, por lo que las manifestaciones no solo se registraron en la capital colombiana, sino también, en otras ciudades nacionales.
Al menos cinco personas resultaron fallecidas y otras 140 heridas tras los fuertes enfrentamientos entre civiles y policías, mismos que también provocaron daños materiales: 53 comandos policiales vandalizados y numerosos vehículos dañados, incluyendo patrullas y buses del sistema de transporte público.
Colombia militarizada
Las fuertes manifestaciones provocaron la reacción del ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, quien anunció la militarización de la capital, para evitar más daños humanos y materiales.
«Se reforzará el dispositivo de policía en Bogotá con 750 uniformados, más 850 que llegan de otras regiones del país. 300 soldados de la brigada 13 del ejército apoyarán la labor de la Policía Nacional en la capital de Colombia», informó en cadena nacional.
El ministro también ofreció una recompensa «de hasta COP 50 millones” por información real que dé con los responsables de la muerte de las personas fallecidas en las manifestaciones, así como de los responsables de estos hechos violentos”.
Antes de la pandemia, la relación entre la ciudadanía y las fuerzas de seguridad del país habían estado muy resquebrajadas, de hecho, existen videos, fotos y registros del abuso de poder por parte de estos cuerpos policiales, quienes buscaban reprimir las protestas en el país. Producto de esto, falleció el joven Dilan Cruz, tras ser impactado en la cabeza con una bomba lacrimógena.
Las acciones en las calles habían cesado, por la llegada del coronavirus y las medidas de distanciamiento físico, implementadas por las autoridades sanitarias. Sin embargo, la “gota que derramó el vaso” fue la muerte de Javier Ordóñez a manos de dos oficiales de la policía.
Ante este panorama, el ministro Trujillo insistió en que el caso estaba siendo investigado y que el objetivo de esa investigación debía ser la «individualización» de las responsabilidades.
«Hacemos un llamado para que deje de estigmatizarse a la institución policial, que es querida por los colombianos», pidió el ministro, quien también se refirió a la desvinculación de los oficiales implicados en el hecho: «Por instrucción del señor presidente de la República, los policías comprometidos» en la muerte de Ordoñez «serán suspendidos en las próximas horas», dijo.