El Ministerio de Minería y la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) dieron a conocer este miércoles el informe “Inversión en la minería chilena – cartera de proyectos 2020 -2029”, que da cuenta del ingreso de cinco nuevos proyectos, lo que sumado a ajustes en otras iniciativas, permiten estimar una inversión total para el sector de US$ 74.047 millones. Esta cifra es superior en US$1.500 millones en relación con el informe de inversiones de 2019.

El nuevo catastro considera 49 proyectos, cinco más que el reporte del año pasado, de los cuales el 89,4% corresponde a la minería del cobre, equivalente a 31 iniciativas. En el caso de la minería del oro se registran seis proyectos, en el hierro dos, cinco proyectos de litio y uno de minerales industriales.

Las nuevas iniciativas que se incorporan en la cartera son: Continuidad Operacional Carmen de Andacollo de Teck, por US$ 100 millones; Continuidad Operacional Minera Candelaria de Lundin Mining, por US$ 600 millones; el proyecto Polo Sur de AMSA, por US$ 300 millones; y el proyecto de mediana minería Arqueros de Nittetsu Mining, por US$ 200 millones. La quinta iniciativa integrada al catastro corresponde a la reactivación del proyecto de Kinross, Lobo-Marte por US$ 995 millones como potencial continuidad de la faena de La Coipa.

Gran parte de las iniciativas entrará en operación en el período 2020 – 2024, y las primeras puestas en marcha serán en 2021.

Un aspecto muy importante de toda esta inversión es la enorme cantidad de empleos que generará la minería en el mediano y largo plazo. Sólo a 2023 se estima que se crearán 33 mil nuevos empleos.

MINERÍA CHILENA SIGUE SIENDO ATRACTIVA

El ministro Baldo Prokurica destacó el importante aumento de las inversiones en más de US$1.500 millones respecto de 2019 como “una gran noticia que significa que la minería chilena sigue siendo atractiva para los inversionistas del mundo. Ello es especialmente relevante en tiempos en que la pandemia del coronavirus ha impacto la economía, el empleo y las proyecciones futuras económicas en general”.

El secretario de Estado agregó que “pese a todas las turbulencias nacionales e internacionales, nuestro sector minero seguirá siendo el motor de la reactivación económica y del empleo en nuestro país. Un aspecto muy importante de toda esta inversión es la enorme cantidad de empleos que generará la minería en el mediano y largo plazo. Sólo a 2023 estimamos que se crearán 33 mil nuevos empleos.

Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de Cochilco, Marco Riveros, señaló la importancia que este catastro tiene como señal para la reactivación económica del país a futuro, dada la gravitación que tiene el sector en el PIB chileno que llega a un 10%.

Añadió que este informe es también relevante para el sector de empresas proveedoras de la minería ya que es un indicador de cómo podría también dinamizarse dicha actividad productiva en el próximo decenio.

Destacan también proyectos que han sido optimizados, en los cuales el aumento de su inversión viene acompañado de un cambio importante en el tamaño y productos a recuperar. En este grupo se destaca el proyecto Sulfuros RT Fase II de Codelco, el cual aumenta su capacidad de producción y, por lo tanto, cambia plazos y modifica su inversión.

Otro proyecto relevante es Santo Domingo de Capstone Mining, que reestructura su plan minero con opción de recuperar cobalto en grado de batería, adicional a la producción de cobre y hierro, aumentando su inversión de US$ 1.700 millones a US$ 2.178 millones.

A las nuevas iniciativas y optimizaciones de proyectos se suman reestructuraciones que implican menores inversiones por US$ 650 millones.

INVERSIÓN POR REGIONES

Por regiones, el 77% de la inversión se materializará en la zona norte del país, donde un 87% está destinada a la minería del cobre.

La Región de Antofagasta es líder en inversión minera, US$ 24.692 millones equivalentes al 33% del total de este catastro, siendo el cobre el responsable del 95,7% de la inversión.

En segundo lugar se encuentra la Región de Atacama con US$ 18.338 millones y un 24,8% de participación, donde el cobre es responsable de un 80,5% de esta inversión, aunque el oro también es un importante actor con un 14,3%. Luego sigue Tarapacá con US$ 8.591 millones y un 11,6% de la inversión, donde el 95,9% se enfoca en inversión cuprífera.

Con respecto al aporte máximo de producción que generarán los nuevos proyectos de cobre hacia el año 2029, sin considerar condicionalidad de la inversión, el informe señala que alcanzaría a 3,27 millones de toneladas de cobre fino, de los cuales el 92% corresponde a cobre fino contenido en concentrados. Asimismo, existen cinco proyectos que aportarán con continuidad de producción de operaciones actuales, por un total de 436 mil toneladas de cobre fino.

En el caso del oro y la plata destacan seis iniciativas de producción exclusiva de dichos metales que aportarían un máximo de 26,8 toneladas de oro y 40.408 toneladas de plata. A ello se suman cuatro proyectos de cobre con producción de oro en concentrados, que generarían un aporte máximo de 8,96 toneladas.

En el caso del hierro, el aporte máximo de los proyectos considerados será de 11,3 millones de toneladas; y para el molibdeno, alrededor de 9.200 toneladas.

Los proyectos de litio, por otra parte, aportarían con 200.400 toneladas de carbonatos y 35.100 toneladas de hidróxidos, como máximo.