Con 14 detenidos y hechos de vandalismo, terminó una marcha por los pueblos originarios que se desarrolló este lunes en el centro de la capital. La manifestación no fue autorizada por la Intendencia Metropolitana y se estima que asistieron unas 5.000 personas.
El desfile se inició poco antes del mediodía en Plaza Baquedano, con la advertencia de Carabineros a través de perifoneo de que la marcha solo se permitiría hasta el cerro Santa Lucía, a pesar de no contar con permiso y con el fin de evitar incidentes. En tanto, Metro cerró sus estaciones en el sector céntrico.
La columna de manifestantes se desplazó por la Alameda hasta el cerro Santa Lucía, donde de inmediato se iniciaron violentos desmanes, con sujetos destruyendo veredas para obtener elementos contundentes para arrojar a Carabineros, junto con bombas molotovs.
Además, violentistas quemaron un paradero de buses en Alameda con San Isidro. Las llamas tuvieron que ser sofocadas por un carro lanzaguas, mientras la policía uniformada dispersaba a los manifestantes mediante gases lacrimógenos. Finalmente, Carabineros informó que no hubo personas ni efectivos lesionados.