Por Nicole Briones.
Este lunes, la farmacéutica estadounidense Pfizer anunció que la vacuna contra el coronavirus tiene una efectividad de más del 90%, una eficacia mucho mejor de lo esperado.
Esta noticia ha causado gran expectación tanto a nivel global como en Chile. Tanto, que el mismo Presidente Sebastián Piñera aseguró que espera tener el suministro a principios del 2021.
En entrevista con Atentos Chile, el ex ministro de Salud, Emilio Santelices, indicó que pese a que la noticia es esperanzadora, aún queda mucho camino por recorrer. Por este motivo, propone la implementación de los testeos masivos.
«La señal de Pfizer es esperanzadora y nosotros esperamos que en el transcurso del 2021 podamos tener vacunas, pero mientras ello no ocurre tenemos que seguir profundizando en las medidas de testeo y trazabilidad, afirmó.
- ¿Cuál es el panorama que vive actualmente el país con la pandemia?
Yo creo que claramente estamos en la fase decreciente de esta primera ola. La mayoría de las regiones están en descenso, solamente dos están todavía con números en ascenso, lo cual es bastante más tranquilizador. No obstante, no tenemos ninguna posibilidad de afirmar que hemos controlado la pandemia. Esta es una fase intermedia y aquí tenemos que redoblar los esfuerzos, sacar reflexiones de lo que se hizo durante el 2020, de modo que en la eventualidad de que tengamos un nuevo rebrote, podamos hacerlo mejor aún. Yo creo que ese es el gran desafío. La pandemia está viva, el virus está circulando, por lo tanto, el autocuidado es la gran herramienta que hoy día tenemos.
- ¿Se podría venir una segunda ola del virus en el país?
Nadie la puede descartar, sería irresponsable hacer cualquier tipo de suposiciones. Lo que hemos visto en el sur, por ejemplo en La Araucanía, ha sido muy ilustrativo. Tuvimos un gran alza, luego se logró desconfinar y ahora nuevamente están confinados… es una señal que no podemos bajar la guardia. Yo diría que la tarea hoy día debe estar enfocada en evitar que tengamos que nuevamente entrar en confinamiento; el lavado de manos, el uso de la mascarilla y el evitar las reuniones masivas van a ser clave para los próximos meses. La sensación de riesgo y la percepción de riesgo no deben disminuir en nada, eso es parte de educación. El virus sigue circulando, por lo tanto, podemos tener una segunda ola.
- ¿Quiénes son los responsables del aumento de casos en algunas regiones del país?
Más que buscar una responsabilidad única es ver cómo mejoran cada una de las variables que intervienen en los resultados. Una de las variables son las medidas que impone la autoridad sanitaria. Hoy día, con todo lo que hemos aprendido, con todo lo que hemos mejorado, debemos reforzar la comunicación, la participación y la generación de conciencia. El mensaje tiene que ser muy nítido, en donde la situación sigue siendo de extraordinario riesgo. Eso es lo primero. Lo segundo es que tenemos que seguir aumentando el número de test y trazando aquellos que salen positivo. Esas son dos medidas que tiene que hacer la autoridad sanitaria para reforzar. Desde el punto de vista de la comunidad, hay tomar mayor conciencia del autocuidado, no es posible que podamos tener el control absoluto de cada situación. Si esto lo hacemos bien, podemos sacar lecciones y esperar que no ocurra lo mismo que en Europa.
- Científicos investigan una posible mutación del virus, ¿esto hace que el virus sea más infeccionoso o letal en humanos?
Efectivamente se han identificado algunas, sin embargo, se ha podido establecer que ninguna de ellas tiene manifestaciones clínicas distintas al virus original, y tampoco se ha podido conocer información seria que confirme que el virus vaya a ser más agresivo. Eso no está todavía en los antecedentes que se han ido recogiendo. Sigue siendo el mismo virus, que podrá tener alguna mutación y alguna forma distinta, pero tiene los mismos efectos.
- ¿Una mutación del virus podría ser la responsable del aumento de casos?
El rebrote tiene que ver con que el virus sigue circulando. En la medida que nosotros no prevengamos, evitemos los contagios, evitemos las situaciones de mayor exposición al virus y las transmisiones entre personas, se va a generar una condición para que haya un rebrote. No se le puede asignar que se haya producido una mutación, eso no está demostrado. Hay que entender que estamos viviendo en un modo coronavirus.
- ¿La mutación podría significar una amenaza para el éxito de una futura vacuna?
Eso es parte de los desafíos que tiene hoy día la inmunología, efectivamente. Las tecnologías más antiguas lo que hacían era utilizar virus atenuado, es decir, se extraía el virus, se atenua en su patogeneidad y sobre eso se construía la vacuna. Esas tecnologías se han ido dejando de lado y hoy día la ingeniería genética permite métodos mucho más sofisticados que logran evitar que haya una mutación del virus, que en el caso de ser un virus atenuado podría tener menos efecto la vacuna, eso no va a ocurrir. Hoy día la mayor parte de las vacunas se realizan con tecnologías distintas al virus atenuado. Una de ellas, que hoy día se está ensayando en Chile, es de virus atenuado y podría tener el problema que si el virus muta, no va a poder tener los efectos que se esperaban originalmente.
- ¿Qué tan importante es el anuncio realizado por Pfizer?
Es un anuncio muy esperanzador. Estos primeros estudios se realizaron sobre 45 mil personas, lo cual es una cantidad importante que señala que la industria farmacéutica está en el camino correcto. Sin embargo, hay que ser también cautos porque todavía queda mucho camino por recorrer, es decir, se tiene que terminar la fase 3 que es la que ellos anunciaron. Se tiene que generar una producción masiva y también resolver el tema de la distribución, cómo se va a transportar esta vacuna para que se mantenga estable. El medio en el cual se ha desarrollado la vacuna tiene temperaturas extraordinariamente bajas, por lo que cuando llegase a estar acá, habría que ver cómo se va a implementar esa logística. Hay una serie de pasos que todavía se tienen que cumplir.
Si bien es esperanzadora, no podemos pensar que el 2021 ya se resolvió porque tenemos la vacuna. Hoy día el mensaje sigue siendo el mismo, tenemos que aprender a vivir en modo coronavirus durante el 2021, hasta que se inicie formalmente una campaña de vacuna. Para eso nos falta todavía.
- Una vez anunciada la eficacia de la vacuna de Pfizer, el Presidente Piñera señaló que la vacunación podrá estar entre los primeros meses del 2021, ¿usted concuerda con él?
Eso es lo que esperamos todos, pero mientras ello no ocurra nosotros no podemos bajar la guardia… debemos seguir viviendo en modo covid. Por eso planteo una estrategia mucho más efectiva durante el 2021, tenemos que promover el testeo masivo. Hoy día nosotros tenemos dos tipos de testeo: el testeo activo que es para buscar a pacientes asintomáticos y el testeo de búsqueda activa, donde uno va a los lugares donde se piensa que hay población más vulnerable y hace testeo inducido para buscar quienes pudieran estar enfermos.
Pese a ello, desde el Servicio de Salud planteamos que hoy día tenemos que avanzar a otra práctica más importante, que es la de testeos masivos. Es decir, cuando se reintegren los alumnos en los colegios, se debe testear a todos los profesores y alumnos de manera sistemática y periódica. Hemos avanzado y trabajado, junto a laboratorios, para hacer test en saliva, donde no hay que hacer una extracción de muestras de la nariz, lo cual produce molestia, incomodidad y es de mayor costo.
Se deben hacer periódicamente estos testeos para tener una baja de incidencia, eso es lo que hay que buscar hacer durante el 2021.
- ¿Se podría establecer una fecha aproximada para el término de la pandemia?
Yo creo que sería presuntuoso señalar fechas con certeza. Yo creo que aquí hay que ser extraordinariamente riguroso e intelectualmente honesto. La señal de Pfizer es esperanzadora y nosotros esperamos que en el transcurso del 2021 podamos tener vacunas, pero mientras ello no ocurre tenemos que seguir profundizando en las medidas de testeo y trazabilidad. Por eso creo que la gran medida que tenemos que instalar es el testeo masivo, una suerte de monitoreo permanente, fundamentalmente en aquellos grupos que son más vulnerables y que están mayormente expuestos. Si nosotros somos capaces de mantener la señal de alerta y la percepción de riesgo, podemos tener un mejor resultado mientras no tengamos la vacuna.