Un nuevo estudio del Hospital Monte Sinaí de Nueva York (Estados Unidos) asegura que las células del ojo pueden ser infectadas directamente por el SARS-CoV-2, el virus que causa el Covid-19.
Los hallazgos, publicados en la revista ‘Cell Stem Cell’, tienen una repercusión inmediata en las medidas preventivas para ayudar a mitigar la propagación del Covid-19 y apoyan nuevas orientaciones para la protección de los ojos que pueden instituirse en todo el mundo.
En el estudio, se expusieron al SARS-CoV-2 ojos humanos adultos en un modelo de células madre ‘in vitro’ y se estudiaron después de 24 horas. Las células donantes se infectaron con el SARS-CoV-2 y luego se analizaron mediante la secuenciación del ARN.
A continuación, las secuencias se asignaron al genoma humano y se compararon con células de control no infectadas procedentes de tejidos adultos. Después, se evaluó la expresión de la célula expuesta. La contracción del virus a través del ojo también se pudo corroborar utilizando un modelo de animal pequeño en un trabajo independiente.
Según sus hallazgos, el SARS-CoV-2 puede infectar las células superficiales del ojo. Las células expuestas revelaron la presencia de proteínas asociadas a la infección, como ACE2, el receptor del virus, y TMPRSS2, una enzima que permite la entrada del virus.
También se descubrió que el IFNB, una proteína que tiene propiedades antivirales y antibacterianas, estaba suprimido por la exposición al virus. Además, los investigadores descubrieron que las células de la superficie ocular, en particular el limbo, eran susceptibles a la infección, mientras que la córnea central era menos vulnerable.
“Este trabajo fue el resultado de una colaboración muy productiva de dos programas científicos muy diferentes. Y lo que es más importante, los datos generados no sólo contribuyen a nuestra comprensión de la biología del SRAS-CoV-2, sino que los resultados también ponen de relieve la importancia de lavarse las manos, ya que frotarse los ojos debe considerarse ahora como un punto de entrada de la infección”, enfatiza uno de los responsables del estudio, Benjamin Tenoever.