La propuesta popular sostiene que el Estado debe reconocer la soberanía personal, la autonomía sobre los propios cuerpos y la dignidad humana, respetando el libre desarrollo de la personalidad, la privacidad y la búsqueda de bienestar, placer y salud integral, incluyendo los usos de cannabis y otras sustancias psicoactivas de origen vegetal o sintético.

En solo un día la iniciativa popular de norma «Cannabis a la Constitución ahora: por el derecho al libre desarrollo de la personalidad, la soberanía personal y el bienestar» logró reunir más de 24 mil firmas de apoyo ciudadano. 

Recordemos que las iniciativas populares de norma son un mecanismo de participación mediante el cual una persona o un grupo de personas puede proponer a la Convención una artículo o párrafo sobre una materia de índole constitucional, para que esta sea discutida al interior del órgano constituyente y eventualmente votada para ser parte de la nueva carta magna.

La propuesta sobre Cannabis fue ingresada por Activismo Cannábico Chile, un colectivo conformado por 43 organizaciones, emprendimientos y profesionales. 

El documento sostiene que «el Estado de Chile, a través de sus agentes, ejerce una vulneración sistemática hacia la dignidad esencial y soberanía personal de las personas que voluntariamente cultivan plantas y consumen sustancias enteógenas con fines legítimos, viendo transgredidos sus derechos fundamentales, como el derecho a la vida, a la libertad, a la seguridad e integridad de la persona, derecho a la preservación de la salud y al bienestar, a la igualdad ante la ley, derecho a un debido proceso o a ser sometido a un proceso racional y justo, derecho a los beneficios de la cultura, a la libertad de creencia y de culto, entre otros». 

Agrega que «la ley de tráfico ilícito de sustancias controladas se aplica erróneamente en forma sistemática, vulnerando la dignidad humana y volviendo ilegítimo el sistema jurídico en su totalidad».

“Toda persona, consciente de su existencia y pertenencia a un sistema vivo, tiene derecho a la profunda exploración del ser y a expresar libremente su esencia sin discriminación, integrando todos los conocimiento disponibles en las diversas culturas, con el objetivo de actualizar su potencial inherente y alcanzar la realización, progresando en salud y bienestar, habilitándose para dar respuestas virtuosas y coherentes al desafío de la existencia, contribuyendo así al bien común.
Las personas tienen derecho a cultivar su vínculo con la naturaleza y poder beneficiarse de sus frutos, en el marco de una relación equilibrada y respetuosa.
Por tanto, El Estado no podrá restringir las vías para el desarrollo personal, garantizando el acceso funcional a herramientas enteógenas disponibles para nuestra evolución”.

“Todas las personas tienen derecho a la administración libre y soberana de la propia existencia; todas las personas tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad, de su espíritu” .

“El Estado reconoce como límite de sus facultades, atribuciones y poderes, la soberanía personal, la autonomía sobre los propios cuerpos y la dignidad humana, respetando el libre desarrollo de la personalidad, la privacidad y la búsqueda de bienestar, placer y salud integral, incluyendo los usos de cannabis y otras sustancias psicoactivas de origen vegetal o sintético.
Ninguna norma de carácter punitivo o sancionatorio podrá establecerse sobre dichas conductas ni sobre el acceso a las sustancias para consumo personal.”

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