“Yo también quiero cambios profundos, pero no estúpidos”, declaró el fundador de Educación 2020, Mario Waissbluth, quien se sumó al grupo “Amarillos por Chile”, una plataforma integrada por 78 personalidades vinculadas a la ex Concertación que critican el tenor “sectarista” y maximalista que, a juicio del grupo, se observa en gran parte de la Convención Constituyente.
En entrevista con La Tercera, Waissbluth cuestionó la “euforia refundacional” que, entre otras consecuencias, podría redundar en una Constitución que siente las bases de un “estado fallido”. Según Waissbluth, la propuesta de crear un “Estado Regional” supone un “desmembramiento institucional completo, donde vas a tener no 15 islas, sino 40 islas si sumas estados, comunas y territorios”, y recalcó que “creo en la descentralización, pero tiene que ser muy gradual”.
“Tiene que ser primero administrativa, después traspasarles funciones a los estados regionales y después seguir traspasando cada vez más autonomía en lo financiero, y a la vuelta de 20 años, a lo mejor algo de autonomía fiscal. Pero esta cuestión que están planteando ahora es un salto al vacío”, añadió.
“Nosotros precisamente, los Amarillos, estamos ahora alzando la voz y no después de que haya un proyecto constitucional, porque queremos evitar cosas mientras están siendo discutidas, queremos que se nos escuche”, agregó, ya que, de otra manera, podría imponerse el rechazo en el plebiscito de salida, lo que marcaría el inicio de un periodo de gran inestabilidad política.
“Hay un grupo instalado” que, según el ingeniero, “siente que no tienen ningún obstáculo político, institucional ni económico para refundar el país a su pinta. La realidad es dura y es otra”, aseveró. “Es el ‘nosotros, los puros y revolucionarios’, contra ellos, los ‘fascistas reaccionarios’. Así no llegaremos a buen puerto. Algunos y algunas no se dan cuenta, o no se quieren dar cuenta, de que la composición electoral de la Convención es radicalmente diferente a la que hubo en la elección parlamentaria”, afirmó.