Fue en el cementerio municipal de Renaico, en la región de La Araucanía, que la mañana de este sábado se llevó a cabo el funeral del carabinero Breant Rivas, asesinado el jueves pasado en la ciudad de Chillán, región de Ñuble, mientras realizaba un control policial.
Familiares, funcionarios policiales e incluso el propio general director de la institución, Ricardo Yáñez, llegaron hasta el lugar, para participar de la despedida.
El padre Breant, Washington Rivas, aprovechó la oportunidad para pedir a las autoridades mayor refuerzo para Carabineros, así como también increpó a los oficiales: “Protejan a sus carabineros, no le den la espalda, por favor. Mi hijo salió a hacer su vocación, lo que más le gustaba y no pudo volver. Porque entregó su vida, como dice su juramento ante la bandera y ante la patria, protegiendo a los ciudadanos, como yo, como ustedes”.
Por su parte, el general Yáñez se refirió a cómo procesan estos hechos dentro de Carabineros: “No solamente lo está sufriendo su familia. Nosotros, como compañeros de trabajo de él, como camarada, como carabineros, hemos perdido uno de los nuestros también. Estamos muy dolidos, muy golpeados, pero seguimos de pie. Y seguimos siendo una institución que tiene que estar de pie para seguir defendiendo a la ciudadanía, a los compatriotas, a seguir entregando paz y tranquilidad a nuestro país, que tanto lo necesita”.
“Hago un llamado a la sociedad a que busquemos la fórmula de poder entendernos, de poder vivir en armonía, de ser empáticos, de ser respetuosos entre nosotros para que no sigan ocurriendo hechos tan lamentables como este”, agregó la máxima autoridad policial.
A modo de distinción póstuma, Breant Rivas fue ascendido a suboficial mayor. A ello se suma también la decisión de nombrar a la unidad policial de Renaico con su nombre