El efecto meteorológico denominado sistema frontal que trajo fuertes lluvias y nevazones no solo a sorprendido a los habitantes de Chile, ya que recientemente la agencia estadounidense NASA publicó imágenes satelitales que muestran cómo quedó el territorio tras las nevazones.
«A medida que las olas de calor extremas del verano profundizaron las sequías y alimentaron los incendios forestales en el hemisferio norte, las tormentas de invierno se gestaron al sur del ecuador», comenzó señalando la NASA.
Según la agencia en julio de este año, los sistemas meteorológicos consecutivos aliviaron el déficit de precipitaciones en el centro del país y «aumentaron la capa de nieve en la cima de los Andes, una reserva crítica de agua para el próximo verano».
En las fotografías expuestas por el organismo, es posible ver «el manto de nieve fresca a lo largo de la cordillera entre Chile y Argentina», debido a que «fuertes lluvias y nieve cayeron en el área a pesar de las condiciones de La Niña en alta mar en el Pacífico, que típicamente traen inviernos secos», explican.
Según la NASA, las tormentas fueron el resultado de un «patrón atmosférico anticiclónico de bloqueo cerca de la Península Antártica que desvió varios ciclones extratropicales hacia Chile».
Para René Garreaud, científico de la Universidad de Chile, hasta hace 10 días, el centro-norte de Chile vivía uno de sus inviernos más secos, sin embargo, según la agencia, el cambio de seco a húmedo «fue rápido y visiblemente impactante».
Garreaud agregó que espera que se reduzcan las probabilidades de escasez de agua el próximo verano, lo que depende, en parte, del estado de la capa de nieve de la montaña, que es una fuente de agua importante. “Esta es nuestra cuenta de ahorros para el próximo verano”, finalizó el experto.