Desde las nueve de la mañana, los jefes de bancada, presidentes de partido y presidencias de ambas cámaras reinician el diálogo por un nuevo proceso constituyente en el Congreso Nacional en Santiago. Lo hacen en medio de denuncias de amenazas contra parlamentarios, la desconfianza del oficialismo con un sector de la oposición, y el debate abierto sobre fórmulas que incluyan a convencionales electos y expertos designados.
Un encuentro que ha sido calificado como informal entre presidentes de cinco partidos de gobierno, conversaciones entre la ministra Segpres, Ana Lya Uriarte y el oficialismo, y la propuesta de las ‘tres etapas’ de Renovación Nacional.
Estos hitos de la noche del domingo, son la apertura de la cortina a la segunda semana de conversaciones, en donde Convergencia Social, Revolución Democrática, el PC, el PS y el PPD se reunieron en la casa de la timonel socialista, Paulina Vodanovic, para acordar puntos comunes y preparar una defensa ante un posible cambio de opinión en la derecha.
La propia Vodanovic fijó una posición que aparece como común: No se moverán de una Convención Constitucional 100% electa, con paridad y escaños reservados proporcionales.
Eso sí, si bien dice que es posible ‘bailar cueca’ con un acuerdo cerrado antes del 18, ya le cierran la puerta a que la nueva Constitución esté lista antes del 11 de septiembre del 2023, al cumplirse 50 años del Golpe Militar.
Las tres etapas de RN para una nueva ruta constituyente
En Chile Vamos dicen tener ‘una mixtura’ de posiciones. Hace un par de días se conoció un mensaje del presidente de la UDI, Javier Macaya, que alertó que no hacer una convención era ‘una vuelta de carnero impresentable’.
Este domingo, el presidente de RN, Francisco Chahuán, habló de un camino de tres etapas delimitadas por los 125 días que dio el Servel para poder llamar a elecciones.
Primero, la Comisión técnico-política ya acordada para, a través de la reforma que está en el Congreso, establecer las reglas del juego.
En segundo término, una comisión de expertos que recoja el aporte de la sociedad civil que resuelva el debate de la ‘hoja en blanco’ -sin decir aún cómo se va a designar esa comisión- y finalmente, un órgano que sea electo por los ciudadanos para redactar el nuevo texto.
Uno de los cuestionamientos más severos contra el sector de la Democracia Cristiana que optó por el Rechazo, es que confiaban peligrosamente en la oposición para llegar a una nueva convención, y a menos de una semana del plebiscito, ya se mostraron grietas que amenazan el proceso.
Las sospechas del oficialismo
En el oficialismo oscilan entre la pro-actividad y la sospecha. Más allá de que no todos estuvieron incluidos, ya hablamos de los bosquejos comunes para este lunes, pero para algunos se instaló un olor familiar en el debate.
Guillermo Tellier, Karol Cariola y Boris Barrera serán los representantes del PC esta mañana, y este último, haciendo sus primeras armas como jefe de bancada, eligió hacer un poco de historia.
Dice que los mismos que plantearon convención mixta antes del Plebiscito de Entrada, son los que buscaron desprestigiar a la Convención, que pasaron de defender la Constitución del 80 a hacer campaña con una nueva, y que ahora les toca cumplir la palabra.
Desde la oposición, en tanto, han criticado los los comentarios del presidente Gabriel Boric, y su ministra vocera, Camila Vallejo, respecto a que “el proceso constituyente no debe ser como le gusta al Presidente” o que “el gobierno ponga la prioridad en lo que dejó abandonado”.
Al respecto, el mandatario llamó a no ‘cometer el error’ de pensar que el triunfo del Rechazo es el triunfo de quienes no quieren cambios, y la secretaria de Estado dijo que no son un gobierno ‘sin opinión’.
Denuncian amenazas por correo electrónico
Así las cosas, la reunión de esta mañana lo hace además con un inquietante telón de fondo.
Se trata del ingreso oficial a la PDI de dos denuncias por delito de amenazas, de parte de Raúl Guzmán y Miguel Landeros, secretarios del Senado y la Cámara, respectivamente.
Algo que también hizo Alexis Sepúlveda, vicepresidente de la corporación.
El mensaje decía que visitarían personalmente a los 155 diputados y 40 senadores que recibieron el correo, si no entendían el mensaje y detenían el proceso constituyente.
No obstante, lo único que recibió de vuelta fue la condena transversal y espera de resultados concretos en la investigación.