El presidente, Gabriel Boric Font, junto al ministro Segpres, Álvaro Elizalde, conmemoró este lunes el Día de las Iglesias Evangélicas y Protestantes, que corresponde al próximo 31 de octubre.
En la oportunidad, el mandatario entregó un reconocimiento a organizaciones evangélicas que han colaborado en temáticas como la rehabilitación de drogas y alcoholismo, así como reinserción a quienes han estado en la cárcel.
Recordemos que la celebración recuerda el día en que Martín Lutero clavó las 95 Tesis en la puerta del castillo de Wittenberg en Alemania, en contra de las indulgencias, iniciando así el mover denominado mundialmente como la Reforma Protestante.
En ese sentido, el mandatario señaló que “es una oportunidad para reconocer la importancia que tienen las iglesias evangélicas y protestantes en la sociedad chilena, en donde a estas alturas prácticamente un quinto, si no más de la población, profesa la fe evangélica”.
“También es oportunidad para conocer más del mundo evangélico y protestante y de su diversidad y de las acciones que realizan y cómo contribuyen al país. Y también de valorar en esta instancia la importancia del Estado laico y de la libertad de culto y pensamiento que sabemos son tan importantes no solamente para ustedes, sino para toda la sociedad”, subrayó el presidente Boric.
“En momentos en donde en algunas partes esta se encuentra amenazada o donde representantes de culto sienten amenazados su derecho a creer su derecho a manifestar sus creencias, acá venimos a reivindicar esa libertad de manera explícita”, resaltó.
“Yo creo que la invitación que se nos hace en este día para todos, creyentes o no creyentes, es a darnos un momento de reflexión sobre nuestros propios actos y sobre cómo podríamos ser mejores”, reflexionó además.
“No convirtamos de alguna manera a la misma República en una misa sin Dios, en el sentido de darle sentido a los actos que llevamos adelante”, sentenció el mandatario.
En ese sentido, Boric apuntó que “estamos reconociendo a pastores y a representantes de las iglesias evangélicas que día a día tienden la mano a compatriotas que necesitan apoyo (…) y los que muchas veces han sido abandonados por el Estado”.
“Lo pienso también en la tremenda pega en las cárceles. Qué importante, en un momento de desesperación, poder tener una perspectiva de futuro a través de la fe (…) acercarse a la fe permite una suerte de refugio dentro de ambientes que desgraciadamente son tan hostiles porque no estamos cumpliendo con nuestro deber”, puntualizó.
“Para qué decir la rehabilitación, la rehabilitación de drogas y alcohol, en donde en el fondo lo que quiero destacar es que tenemos labores complementarias y por eso nuestro reconocimiento por parte del Estado hacia ustedes no es una cuestión menor, sino que valoramos mucho esa pega que hacen”, valoró.
Asimismo, el presidente Boric recordó a las iglesias evangélicas y protestantes que participaron en la defensa de los Derechos Humanos durante la dictadura.
“No olvidamos la tremenda labor y la valentía de gente como la Pastora Juan Albornoz, del pastor Helmut Frenz y de tantos hombres y mujeres que trabajaron en el Comité Nacional de Ayuda de los Refugiados, en la Fundación de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas, en el Comité Pro Paz, en la Confraternidad Cristiana de Iglesias, para ayudar a quienes en ese momento estaban siendo perseguidos por pensar diferente al poder de turno, tal como ustedes fueron perseguidos en su momento por pensar diferente al poder de turno”, rememoró.
“Mañana van a ser otros los que lo necesiten, quizás por otras ideas. Ojalá no lleguemos a eso, pero si estuviéramos ahí, espero que siempre haya alguien para ofrecer esa mano amiga y solidaridad de apoyar a quien es perseguido o perseguida, estamos siendo testigos”, concluyó.