Luego del término de los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, siete deportistas cubanos huyeron de la delegación en la Villa Panamericana, ubicada en la comuna de Cerrillos, hecho que causo revuelo, ya que las mismas deportistas solicitaron refugio al Servicio Nacional de Migraciones.
Yunia Milanes, Lismary González y Geidy Morales, tres de las deportistas que se fugaron, explicaron a T13 más detalles de por qué tomaron esta difícil decisión y cómo la llevaron a cabo.
Las atletas explican que tuvieron que dejar todo para poder tomar esta decisión y quedarse en Chile. A diferencia de todas las demás delegaciones que se movían en Metro, las deportistas cubanas no tenían tarjeta y se trasladaban exclusivamente en autobús en Santiago 2023, hecho que, según explican, limitaba sus posibilidades de escapar.
Según comentan, después del encuentro de la selección de Hockey Césped de Cuba contra Uruguay decidieron escaparse una vez que estaban en la Villa, en un hecho que no les tomó más de 15 o 20 minutos, explican
El momento que tuvieron para escapar fue únicamente cuando junto a sus compañeras salieron del vestuario antes de salir del campo, “ese era el momento”, recuerda Milanes.
La delegación se marchaba al día siguiente del partido y tal como recuerda la delantera de Hockey, era “temprano por la mañana”, asegurando que la otra oportunidad que tenían para escapar era “llegar al aeropuerto y salir corriendo allí”, confesando que también podía ser un plan.
Las jugadoras comentan que una de las principales razones que tuvieron para escapar fue el estricto régimen deportivo en el cual se encuentran desde iniciada su carrera deportiva.
Milanes, de 28 años, explica que desde los 17 años estuvieron bajo diversas restricciones, que incluso les impedían ver a su familia.“Podemos ver a la familia dos veces al año. En caso de que ocurra algo grave o urgente, puedes permiso y te dejan ir. Pero si por decisión tuya, dices que quieres a la casa, no puedes“, explicó.
Otra de las razones que comentan son la escasez de recursos deportivos con las que contaba la selección nacional de Cuba. “No teníamos calzado, no teníamos implementos, ni protectores para la cara” recuerdan.