Por Emett Brown

El pasado lunes expuso ante la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados el ministro Estaban Valenzuela, invitado para referirse a la crisis que afecta a los productores de trigo nacionales debido a los bajos precios del grano.

La intervención del secretario de Estado fue patética: confusa, sin ningún componente técnico, con una pobreza argumental dramática, lo que se puede comprobar fácilmente, viendo la grabación de la sesión disponible en YouTube. No es culpa de este columnista tamaña mediocridad.

Lamentablemente debemos levantar la voz por la gravedad de la situación, considerando la compleja posición en que están los productores, abrumados financieramente y amarrados a las veleidades de un mercado controlado por cinco molinos, con poder suficiente para imponer condiciones y valores, sin importar el precio de paridad de importación.

Como viajo por el tiempo y vengo del futuro, al ministro le pido que preste atención: si no es capaz de corregir su comportamiento, renuncie. Hágalo por el bienestar futuro del agro nacional. Su presencia puede resultar muy cómoda para los fácticos de siempre; puede ser muy grato para Pablo Zalaquett y sus invitados compartir una cena con usted hablando de “generalidades”, pero es malo para el país. Usted, ministro, está ahí por el cuoteo nefasto al que nos tiene sometidos la clase política y lamentablemente a su partido, la Federación Regionalista Verde (ya escribiremos sobre esta agrupación), le tocó Agricultura. Su incompetencia es brutal y la seguridad alimentaria de los chilenos depende en buena medida del ministerio que usted encabeza.

Es de esperar que la próxima vez que concurra al Congreso alguien le haga la pregunta clave: ¿por qué el productor nacional tiene un trato económico diferente al del importador? Esta pregunta es pertinente, considerando la pobreza argumental de la exposición del ministro en la Cámara, que básicamente culpa al clima. En realidad, para él hablar de concentración económica, de distorsiones de mercado, de problemas para comprar fertilizantes o de clasificación del trigo es demasiado complejo. Lo suyo son las “generalidades”, como las que se hablan en casa de Zalaquett.

Le dejo un último dato, ministro. Pregunte a algún asesor que conozca el mundo del agro si es verdad que la principal importadora de trigo pertenece a los molinos controladores del mercado. No se sorprenda si le dicen que sí. En Agricultura, todo huele a pescado.