Expertos estiman que el cohete chino Long March 5B, que viaja fuera de control a una velocidad de 28 mil kilómetros por hora, entrará a la Tierra durante la noche del sábado al domingo; sin embargo, con un margen de error de 7 horas y 45 minutos.
“A medida que el cohete vaya perdiendo altura en su órbita elíptica, ahora en el punto más cercano a la Tierra está a 160 kilómetros, se podrá reducir esta incertidumbre“, explicó Jorge Lomba, jefe del departamento de Espacio del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI) de España.
Lomba insistió en que las estimaciones más certeras sólo se podrán hacer unas pocas horas antes del reingreso, pero que según los últimos cálculos a partir de observaciones y modelos matemáticos, los restos del cohete podrían caer en algún punto de los paralelos 41, con mayor probabilidad en el océano Atlántico, seguido del Pacífico y del Índico.
Tanto el Pentágono (Estados Unidos) como el Servicio de Vigilancia y Seguimiento Espacial de la Unión Europea (EUSST) están monitoreando el cohete chino que está fuera de control y ven poco probable que caigan restos del mismo en zonas pobladas de la Tierra.
El cohete (un Long March 5B), que fue utilizado la pasada semana por China para lanzar al espacio uno de los módulos de su futura estación espacial, tiene una masa estimada que oscila entre las 17 y las 21 toneladas y un tamaño de unos 30 metros.
El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, aseguró que “la mayoría de los restos del cohete se desintegrarán y se destruirán durante su reentrada en la atmósfera; es altamente improbable que causen ningún daño a la Tierra“.