«Condenamos enérgicamente los episodios de violencia con descalificaciones y agresiones ocurridos en una reunión paralela, en la que participó un grupo de personas que busca hacer fracasar las conversaciones constitucionales y que no representa a las mayorías que hoy se expresan en el Congreso Nacional».
Presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados.
Este viernes, los presidentes del Senado, Álvaro Elizalde (PS); y de la Cámara, Raúl Soto (PPD); condenaron el episodio de descontrol y violencia vivido el jueves en la mesa paralela del proceso constituyente.
Fue mediante una declaración oficial, que los líderes de las dos instancias del Poder Legislativo partieron destacando que ayer hubo una reunión de la mesa oficial de las fuerzas políticas con representación parlamentaria.
En el escrito indicaron que la ocasión se llevó a cabo “con éxito, en un clima de respeto”.
Acto seguido hicieron la diferencia con lo ocurrido en la mesa paralela, integrada por republicanos, miembros del Partido de la Gente y que ayer contó con una invitación a organizaciones de la sociedad civil más “Pancho Malo”.
“Condenamos enérgicamente los episodios de violencia con descalificaciones y agresiones ocurridos en una reunión paralela, en la que participó un grupo de personas que busca hacer fracasar las conversaciones constitucionales y que no representa a las mayorías que hoy se expresan en el Congreso Nacional”, lanzaron.
Invitación de Pancho Malo a la mesa paralela
Tras ello, sin mencionarlo, Elizalde y Soto se refirieron a la participación de Pancho Malo en la mesa paralela.
“La invitación a dicho grupo no correspondió a una decisión institucional, sino a la de un senador en particular”, recordaron.
Justamente por ello los comités del Senado, del PC a la UDI, divulgaron una declaración rechazando la invitación. Ese dato también fue incluido en el comunicado firmado por Elizalde y Soto.
Ambos hicieron un llamado a “preservar el diálogo de carácter institucional que se está desarrollando en el Congreso” y a “mantener el respeto y la prudencia” para “aislar a aquellos que quieren hacer fracasar estas conversaciones protagonizando agresiones, insultos y hechos de violencia”.