Este martes, en medio de los intentos por cerrar un acuerdo constitucional, la alianza de Gobierno y Chile Vamos, sumado a algunos movimientos con representación parlamentaria, Amarillos por Chile emitió una dura declaración en que cuestionan los alcances que ha tenido el diálogo político.
La declaración sostiene que “hace dos meses, la ciudadanía, de manera clara y categórica rechazó un texto constitucional que nos dividía como país en vez de unirnos. El Rechazo no sólo fue al texto presentado sino también al proceso mismo, que se caracterizó por su falta de seriedad, sectarismo e intolerancia. Los chilenos, en su mayoría, quieren una nueva Constitución, pero no retomar el fracasado proceso anterior, repitiendo los mismos errores y falencias. Durante las últimas semanas han surgido diversas propuestas que parecen querer repetir lo mismo. El país no está disponible para eso. Menos en las actuales circunstancias de inseguridad, incertidumbre y crisis económica. No podemos arriesgar hacer una Convención como la que ya tuvimos: tenemos que ser responsables con Chile”, se lee en el escrito.
“Hemos conversando, recorriendo el país, con miles de chilenos y chilenas y nos hacemos eco de su anhelo de unidad, paz, orden y sensatez. Proponemos que sea un Consejo Constituyente elegido democrática e íntegramente por el Congreso Nacional, en que estén representadas las distintas sensibilidades y visiones políticas, el que asuma la tarea de redactar en el menor plazo posible una nueva Carta Magna, partiendo de los doce puntos del pre acuerdo constitucional en los que se ha venido trabajando las últimas semanas. Eso obligará a llegar a grandes acuerdos, la única manera de avanzar hacia el futuro para enfrentar los difíciles desafíos y amenazas que hoy enfrenta el país. Chile no quiere una nueva Convención, quiere una nueva y buena Constitución”, agrega el texto.
La mesa de Amarillos por Chile, sostiene que, “una vez que se llegue a un texto que suscite un amplio consenso, se lo someterá a plebiscito. Será un proceso íntegramente democrático, en el que, por un lado, validaremos las instituciones de nuestra democracia representativa y, por otro lado, la ciudadanía tendrá la última palabra. Así lo han hecho otros países del mundo en procesos análogos y con un resultado exitoso”.
Y agregan que “Chile merece un proceso impecable, sobrio, breve, en que se exprese lo mejor de la política (cuya tarea es mediar y tender puentes) y no el triste espectáculo de la confrontación estéril, falta de generosidad y visión que nos ha llevado al frustración, hastío y decepción”.
Frente a esto, en la declaración de los dirigentes de centro hicieron un llamado “a los líderes y representantes de todos los partidos y coaliciones políticas que participan en la negociación para un nuevo proceso constituyente, a confiar en el Congreso elegido democráticamente y apoyar esta propuesta que presentamos, que estamos seguros interpreta el sentir mayoritario del país”.
La directiva de Amarillos por Chile cierra su declaración subrayando lo que a juicio es relevante y puntos de la demanda real de la ciudadanía. Sostienen que “la energía del país debe estar puesta hoy en derrotar a nuestros verdaderos enemigos (la delincuencia, el terrorismo, el narcotráfico, las desigualdades, la crisis educativa) y no en profundizar las divisiones entre nosotros mismos. Invitamos a todos los sectores políticos a escuchar de verdad a la ciudadanía y devolverle la esperanza con un proceso constitucional bien hecho. Es la hora de la grandeza y la responsabilidad democrática”, sostuvieron.