Naciones Unidas presentó el primer informe de la misión internacional encargada de conocer el estado de la crisis en Venezuela. En el lapidario documento se constatan violaciones flagrantes a los derechos humanos y posibles crímenes de lesa humanidad por parte de las autoridades.
La presidenta de la misión, Marta Valiñas, aseguró que su grupo encontró motivos razonables para creer que el gobierno de Nicolás Maduro y las fuerzas de seguridad venezolana han planificado y ejecutado desde el 2014 graves violaciones a los derechos humanos, incluyendo detenciones y ejecuciones arbitrarias y el uso sistemático de torturas.
El canciller de Chile, Andrés Allamand, calificó este documento de “lapidario”: “Venezuela es una dictadura pura y dura que tiene sumido al país en una crisis política y social enorme”.
“Además, es un régimen que viola sistemáticamente los derechos de las personas. Por eso, Chile reafirma su compromiso con la recuperación de la democracia en Venezuela”, agregó el ministro de Relaciones Exteriores.
Según el informe estos actos se cometieron en conformidad con las políticas de Estado y con conocimiento o apoyo directo de altos funcionarios de gobierno.
Esta misión de carácter internacional e independiente no pudo entrar en Venezuela debido a que el gobierno no respondió a sus solicitudes. Sin embargo, pudo realizar 270 entrevistas a distancia e investigar más de 200 casos sobre la crisis, una investigación paralela a la que realiza la oficina de la alta comisionada para los derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet.