Por Equipo Atentos Chile
El ex ministro del Interior, Gonzalo Blumel, no descartó postular como constituyente para redactar una nueva Constitución para el país y recordó las instancias en que fue firmado el “Acuerdo por la paz” para enfrentar el estallido social que inició el 18 de octubre de 2019.
En entrevista con La Tercera, el ex secretario de Estado aseguró que «no es algo que lo tenga como parte de mi proyecto vital en este momento, pero tampoco me cierro a esa posibilidad. Hoy, mi aporte lo estoy haciendo desde el mundo de las ideas».
Sobre el acuerdo firmado, que impulsó el camino para el plebiscito en el que se decidiría la redacción de una nueva Carta Magna y bajo qué mecanismo, el actual integrante de Horizontal, think tank vinculado a Evópoli, manifestó que era algo necesario en su minuto.
«La única forma de poder enfrentar la amenaza de quiebre fue poner en discusión nuestro pacto social. Lo valioso del acuerdo de noviembre del año pasado es que permitió que diésemos una salida democrática y pacífica dentro del marco institucional, en el sentido de que predominó el uso de los mecanismos de la democracia representativa por sobre el uso de la coacción, de los mecanismos de fuerza, que es lo que de extremos de lado y lado pretendían», reflexionó.
Y añadió que “la historia, me imagino, sabrá juzgar a quienes optaron por la vía institucional y a quienes buscaban atajos o caminos que escapaban de la vía institucional y democrática«.
Respecto a la discusión en ese tenso momento, el Blumel manifestó que «predominaban dos almas» en la oposición, ya que «una mayoritaria que abogaba por la búsqueda de un entendimiento que uno podría reflejarla en la actitud del presidente del Senado, Jaime Quintana; en el presidente de la Comisión de Constitución, Felipe Harboe; en parlamentarios de la DC, algunos del PS, incluso en algunos actores del FA, que hicieron genuinos esfuerzos para buscar un entendimiento, pero hay que reconocerlo, había sectores de la izquierda no socialdemócrata, con muy bajas convicciones democráticas, particularmente del PC y del FA, que posiblemente no renunciaban a la tentación de ver caer al Gobierno y que calificaron el acuerdo del 15 de noviembre como una cocina o traición a la ciudadanía«.
«Hoy resulta bastante paradójico que esos mismos intentan apropiarse del acuerdo y el proceso constitucional, siendo que en ese momento lo rechazaron«, apuntó.