La Sala del Senado despachó el informe de la Comisión Mixta que resolvió la fórmula de acuerdo frente a la reforma constitucional que tiene por objeto reservar 17 escaños a representantes de los pueblos originarios, en la integración de la Convención Constitucional, que se conformará en abril para la creación de una nueva Constitución.
El informe fue aprobado por unanimidad, plasmando así el acuerdo de 17 escaños dentro de los 155 convencionales constituyentes para pueblos originarios. No corrió la misma suerte el cupo reservado para el pueblo afrodescendiente, que al no contar con el quorum señalado, no fue aprobado.
En la sesión, el senador y presidente de la comisión mixta, Alfonso De Urresti (PS), dio detallada cuenta del proyecto y señalando que la reforma es «una de las más relevantes que le corresponderá tratar al Congreso en su devenir republicano y su aprobación supondrá empezar a saldar las deudas históricas que el Estado mantiene desde los albores de su vida independiente».
Dentro del debate, el senador Felipe Kast (Evópoli), manifestó que «es importante recordar que fue un proceso difícil, pero como Chile Vamos siempre actuamos con disposición al diálogo. Creo que como Senado estamos poniendo el diálogo sobre las trincheras».
En tanto, el independiente Pedro Araya sostuvo que «fue una negociación compleja y un desafío enorme respecto a temas como la autoidentificación previa, el número de escaños, donde los propios pueblos pedían que fueran supranumerarios. Pero finalmente serán 17 dentro de los 155 de la Convención y otros, donde primó la voluntad de diálogo». En la misma línea, el legislador del PS, José Miguel Insulza, añadió que «no fue fácil. La discusión se prolongó porque unos querían 24 y otros 15. Fui partidario de hacer las concesiones necesarias para que hubiera representación de nuestros pueblos originarios en la Convención».
Desde el oficialismo, Luz Ebensperger (UDI), puntualizó que «todos queríamos la participación de los pueblos originarios en el órgano constituyente y la diferencia era la fórmula… Nosotros queríamos un padrón donde se consiguió conciliar el principio de autoidentificación y creo que era lograr equilibrios. Este es un acuerdo histórico».