Carabineros detuvo a 22 personas por participar de una fiesta clandestina en Angol, Región de La Araucanía. De ellos, 14 eran soldados, miembros del regimiento Húsares de Angol, y otros ocho civiles, de los cuales cuatro eran mujeres.
La reunión se realizaba al interior de un recinto particular que mantenía partes de sus cercos en el suelo y que permitía el acceso a la ribera del río Picoiquén.
Al respecto, el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, indicó que “las reglas restrictivas de la autoridad sanitaria están siendo cada vez más restrictivas para la población. Hoy más que nunca necesitamos cuidarnos entre todos, y no hay nadie que pueda evadir estas normas”.
Los arrestados estaban alrededor de un vehículo, sin uso de mascarilla ni el distanciamiento físico recomendado por las autoridades de salud. Escuchaban música a un volumen alto y nadie portaba salvoconducto para transitar en zona de cuarentena o toque de queda.
Dos de los soldados ya presentaban detenciones por infracción a las normas sanitarias y uno de los civiles era buscado por microtráfico, los tres pasaron a control de detención.